Subir al monte es una de las costumbres más arraigadas entre la sociedad vasca. Euskadi ofrece unas envidiables condiciones para la práctica del montañismo, de la escalada o del trekking por lo que las principales cumbres de la orografía vasca se convierten los días festivos en cita obligada para los aficionados. Pero también para la Ertzaintza y Protección Civil que cada semana intervienen ya en cuatro ocasiones para rescatar o buscar a aficionados en el monte. Hay casos inevitables: una caída o una indisposición física son razones de peso que justifican muchos de estos episodios que en la mayoría de los casos tienen un final feliz. En otros, sin embargo, la operación de salvamento podría haberse evitado si el montañero hubiese adoptado unas mínimas precauciones antes de adentrarse en el monte.
El Gobierno Vasco se plantea cobrar los rescates a los imprudentes
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